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Guerra y paz

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Guerra y paz
Название: Guerra y paz
Автор: Tolstoi Leon
Дата добавления: 16 январь 2020
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Guerra y paz - читать бесплатно онлайн , автор Tolstoi Leon

Mientras la aristocracia de Moscu y San Petersburgo mantiene una vida opulenta, pero ajena a todo aquello que acontece fuera de su reducido ambito, las tropas napoleonicas, que con su triunfo en Austerlitz dominan Europa, se disponen a conquistar Rusia. Guerra y paz es un clasico de la literatura universal. Tolstoi es, con Dostoievski, el autor mas grande que ha dado la literatura rusa. Guerra y paz se ha traducido pocas veces al espanol y la edicion que presentamos es la mejor traducida y mejor anotada. Reeditamos aqui en un formato mas grande y legible la traduccion de Lydia Kuper, la unica traduccion autentica y fiable del ruso que existe en el mercado espanol. La traduccion de Lain Entralgo se publico hace mas de treinta anos y presenta deficiencias de traduccion. La traduccion de Mondadori se hizo en base a una edicion de Guerra y paz publicada hace unos anos para revender la novela, pero es una edicion que no se hizo a partir del texto canonico, incluso tiene otro final. La edicion de Mario Muchnik contiene unos anexos con un indice de todos los personajes que aparecen en la novela, y otro indice que desglosa el contenido de cada capitulo.

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439De haces de banderas y águilas enemigas.

440A ochocientas leguas de Francia no permitiré que mi Guardia sea destruida.

441El viejo señor [...] se ha instalado cómodamente.

442Del viejo señor.

443De la obstinación del viejo señor.

444¿Entonces no piensas, como los otros, que estamos obligados a retiramos?

445Todo lo contrario, Alteza; en las situaciones indecisas es siempre el más obstinado quien vence. Y mi opinión...

446¡Quieren más todavía!

447¡Dádselo!

448El campo de batalla ha estado soberbio.

449Mi cabeza, buena o mala, no puede contar más que con ella misma.

450¡Bueno, señores! ¡Ya veo que soy quien tiene que pagar los vidrios rotos!

451¡Ya está el egoísmo y la crueldad de los hombres! No podía esperar otra cosa.

452Bueno, sí, puede ser...

453Usted no se digna descender hasta mí, usted...

454Jesuita vestido de seglar.

455De sotana.

456Elena, tengo algo que decirte. [...] He tenido noticias de ciertos proyectos referentes a... ya lo sabes. Bueno, querida, tú sabes que mi corazón de padre se alegra de saber que... Has sufrido tanto... Pero, querida mía, no consultes más que tu corazón... ¡No te digo más!

457Oiga, Bilibin... Dígame como a una hermana qué debo hacer. ¿Cual de los dos?

458No me coge usted [desprevenido]; como buen amigo, he pensado muchas voces en este asunto.

459¡Éste es un verdadero amigo! Pero es que yo amo tanto a uno como al otro y no quiero causarles dolor alguno; daría mi vida por la felicidad de ambos.

460¡Una verdadera mujer! Eso es plantear claramente un problema. Querría estar casada con los tres a un tiempo.

461¡Oh, mamá! ¡No digas tonterías! Tú no entiendes nada. En mi posición, yo tengo ciertos deberes.

462Pero, mamá, ¿cómo no comprendes que el Santo Padre, que tiene facultad de conceder dispensas?...

463No, dígale que no quiero verlo, que estoy furiosa con él porque ha faltado a su palabra.

464¡Todos los pecados tienen perdón, condesa!

465Y ahora, querido amigo, ruego al Señor que lo tenga bajo su santa y poderosa protección. Su amiga, Elena.

466Proezas.

467¡Ya estamos!

468Estamos en vísperas de un desastre público y no me queda tiempo de ser amable con cuantos vienen a hablar conmigo. [...] Bueno, amigo mío, ¿y qué hace usted personalmente?

469Un consejo de amigo, querido. Váyase lo antes posible; no le digo más. A buen entendedor... [...] de los santos padres de la Compañía de Jesús.

470¡He aquí, por fin, la ciudad famosa! ¡Ahí está Moscú la Santa, la urbe asiática de innumerables iglesias. ¡Ya era hora! [...] “Una ciudad ocupada por el enemigo es como una doncella que ha perdido su honor."

471Pero mi clemencia está siempre dispuesta a descender sobre los vencidos.

472Que me traigan a los boyardos.

473Mi querida, mi tierna, mi pobre madre.

474Establecimiento dedicado a mi querida madre [...] Casa de mi madre.

475Habrá que decírselo, de todas maneras. [...] Pero, señores...

476¡Moscú desierta! ¡Qué acontecimiento tan inverosímil!

477El efecto teatral había fallado.

478Mantener la tranquilidad en Moscú y hacer salir a sus habitantes.

479Ahí está el populacho, la hez de la población, la plebe, a la que han soliviantado con su estupidez. Necesita una víctima.

480El populacho es terrible y odioso. Son como lobos que no se sacian más que con la carne.

481Yo tenía otros deberes. Había que calmar al pueblo. Otras muchas víctimas han muerto y mueren por el bien público.

482Mi línea de conducta habría sido bien distinta.

483He matado dos pájaros de un tiro.

484¡Retiradme esto!

485Aquellos miserables habían irrumpido en la sagrada ciudadela, se habían apoderado de los fusiles del arsenal y disparaban (¡miserables!) contra los franceses. Algunos fueron rematados a sablazos y se limpió al Kremlin de su presencia.

486Patriotismo feroz de Rastopchin.

487¿Es usted el amo?

488Hospedaje, hospedaje... alojamiento. [...] Los franceses somos buenos chicos, qué diablo. ¡Vaya! ¡No nos enfademos, viejito!

489Ah, sí, díganme, ¿no habla nadie francés en esta casa?

490¿No está herido?

491Creo que no... pero esta vez por un pelo... ¿Quién es este hombre?

492¡Lamento tanto lo que ha sucedido! [...] ¡Es un loco, un desventurado que no sabe lo que hace!

493¡Canalla, me las pagarás! [...] Nosotros somos clementes después de la victoria, pero no perdonamos a los traidores.

494Usted me ha salvado la vida. ¡Usted es francés!

495¡A otro con eso! [...] Ya me contará toda la historia. Encantado de encontrar a un compatriota. Bien, ¿qué hacemos con este hombre?

496¡Usted me ha salvado la vida! Usted es francés. ¿Me pide que lo perdone? Se lo concedo. Que se lleven a ese hombre.

497Ya se os llamará cuando hagáis falta.

498Mi capitán, en la cocina tienen sopa y pierna de cordero. ¿Se lo traigo?

499Sí, y también el vino.

500Le debo la vida y le ofrezco mi amistad. Un francés no olvida nunca un insulto ni un favor. Le ofrezco mi amistad. No le digo más.

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