El cirujano
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Un asesino silencioso se desliza en las casas de las mujeres y entra en las habitaciones mientras ellas duermen. La precisi?n de las heridas que les inflige sugiere que es un experto en medicina, por lo que los diarios de Boston y los atemorizados lectores comienzan a llamarlo «el cirujano». La ?nica clave de que dispone la polic?a es la doctora Catherine Cordell, v?ctima hace dos a?os de un crimen muy parecido. Ahora ella esconde su temor al contacto con otras personas bajo un exterior fr?o y elegante, y una bien ganada reputaci?n como cirujana de primer nivel. Pero esta cuidadosa fachada est? a punto de caer ya que el nuevo asesino recrea, con escalofriante precisi?n, los detalles de la propia agon?a de Catherine. Con cada nuevo asesinato parece estar persigui?ndola y acercarse cada vez m?s…
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«Compañeros de mesa».
Moore miró a Kahn.
– ¿Cuántos compañeros de mesa tenía Warren?
– Hay cuatro estudiantes por mesa.
– ¿Quiénes eran los otros tres estudiantes?
Kahn frunció el entrecejo.
– No lo recuerdo. Fue hace siete años.
– ¿No mantiene un registro de esas asignaciones?
– No. -Se detuvo-. Pero recuerdo a uno de sus compañeros. Una muchacha. -Giró en la silla para enfrentarse a la computadora y buscó los datos de inscripción de sus estudiantes. El listado de clase del primer año de Warren Hoyt apareció en la pantalla. Le llevó un momento a Kahn leer todos los nombres, y luego dijo:
– Aquí está. Emily Johnstone. La recuerdo.
– ¿Por qué?
– Bien, en primer lugar porque era una verdadera belleza. Tipo Meg Ryan. En segundo lugar porque una vez que se retiró Warren, ella quiso saber por qué. No me atreví a confesarle el motivo. De modo que ella insistió y me preguntó si tenía algo que ver con las mujeres. Según parece Warren había estado persiguiendo a Emily por el campus, y ella comenzaba a asustarse. No hace falta decir lo aliviada que se sintió cuando Warren dejó la facultad.
– ¿Piensa usted que recordará a los otros compañeros de laboratorio?
– Existe la posibilidad. -Kahn tomó el auricular y llamó al Centro de Estudiantes-. Hola, ¿Winnie? ¿Tienes a mano alguna dirección actualizada de Emily Johnstone? -Tomó un bolígrafo y anotó el número, luego colgó-. Está haciendo una práctica privada en Houston -dijo mientras volvía a marcar-. Son las once para ella, así que debería estar… Hola, ¿Emily? Habla la voz de tu pasado. El doctor Kahn, de Emory. Exacto. Laboratorio de anatomía. ¿Historia vieja, verdad?
Moore se inclinó hacia delante, mientras su pulso se aceleraba.
Cuando Kahn colgó y lo miró, Moore vio la respuesta en sus ojos.
– Ella recuerda a los otros dos compañeros de anatomía -dijo Kahn-. Una era una mujer llamada Barb Lippman. Y el otro…
– ¿Capra?
Kahn asintió.
– El cuarto compañero era Andrew Capra.
