Siete D?as Para Una Eternidad
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Por primera vez, Dios y el diablo est?n de acuerdo. Cansados de sus eternas disputas y deseosos de determinar de una vez por todas qui?n de los dos debe reinar en el mundo, deciden entablar una ?ltima batalla. Las reglas son las siguientes: cada uno de ellos enviar? a la Tierra un emisario que contar? con siete d?as para decantar el destino de la humanidad hacia el Bien o el Mal. Dios y Lucifer establecen que el enfrentamiento se producir? en la ciudad de San Francisco y eligen a sus mediadores. Dios escoge a Zofia, una joven competente, con el encanto de un ?ngel. Lucifer se decide por Lucas, un hombre atractivo sin ning?n tipo de escr?pulos. La tarde de su primer d?a en la Tierra, los destinos de Zofia y Lucas se cruzan, pero para consternaci?n de Dios y el diablo, el encuentro, lejos de provocar un altercado, toma unos derroteros insospechados.
Marc Levy nos ofrece una irresistible comedia rom?ntica protagonizada por dos seres procedentes de mundos dispares que nunca deber?an haberse encontrado, pero irremediablemente predestinados a hacerlo.
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La mirada de Lucas, que escapaba por la ventana, fue atraída por la leve sombra que huía abajo. Cuando Zofia montó en su coche, le pareció que lo miraba directamente a los ojos. Las luces traseras del Ford desaparecieron a lo lejos. Lucas agachó la cabeza.
– ¿No tiene nunca arrebatos, Terence?
– ¡No soy yo quien va a provocar esa huelga! -repuso éste saliendo del despacho.
Lucas no quiso que Ed lo acompañara y se quedó solo.
Las campanas de Grace Cathedral dieron las doce. Lucas se puso la gabardina y metió las manos en los bolsillos. Al abrir la puerta, acarició con la yema de los dedos la tapa del librito del que no se separaba. Sonrió, contempló las estrellas y recitó:
– Haya en el firmamento de los cielos lumbreras para separar el día de la noche… y que sirvan de señales para separar la luz de las tinieblas.
»Y vio Dios que esto era bueno.
Y atardeció y amaneció…