Diario de la Guerra de Espana
Diario de la Guerra de Espana читать книгу онлайн
Esta es la traducci?n castellana de la edici?n definitiva. Koltsov, corresponsal extraordinario de Pravda en Espa?a, fue testigo ocular de los acontecimientos que narra. Estrechamente ligado a la pol?tica contempor?nea del partido comunista ruso y periodista fuera de lo com?n, uni? a una gran valent?a personal dotes pol?ticas y militares excepcionales, una innegable profundidad de an?lisis y una lengua exacta y po?tica. Su papel en Espa?a fue mucho m?s importante que el que se puede esperar de un simple corresponsal de guerra, y sus actividades le situaron en m?s de una ocasi?n en el plano m?s elevado de la acci?n pol?tica. Su maravillosa fuerza descriptiva es patente en los pasajes m?s duros del Diario: la muerte de Lukacs, la conversaci?n con el aviador moribundo, el tanquista herido, el asalto frustrado al Alc?zar... Pero nada supera, sin duda, la maestr?a de los retratos de Koltsov. Su pluma arranca los rasgos esenciales de los nombres m?s significativos del campo republicano: Largo Caballero, Durruti, Alvarez del Vayo, Rojo, Malraux, Garc?a Oliver, Kleber, La Pasionaria, Casares Quiroga, L?ster, Checa, Aguirre, Jos? D?az, junto a gentes de importancia menos se?alada, con frecuencia an?nimas: oficiales, soldados, mujeres, ni?os... Es ?ste, en definitiva, un documento literario y pol?tico de un periodo crucial —1936-1937—, que ayuda no s?lo a revivirlo sino a comprenderlo.
Внимание! Книга может содержать контент только для совершеннолетних. Для несовершеннолетних чтение данного контента СТРОГО ЗАПРЕЩЕНО! Если в книге присутствует наличие пропаганды ЛГБТ и другого, запрещенного контента - просьба написать на почту [email protected] для удаления материала
El Quinto Regimiento es, al mismo tiempo, un regimiento. Tiene su Estado Mayor, y ejecuta algunas operaciones que le encomienda el Alto Mando. Tiene un núcleo básico, bien formado —varios miles de combatientes—junto a Madrid. En total, el Quinto Regimiento ha instruido ya cerca de treinta mil hombres. Esto, naturalmente, es extraordinario para un regimiento, incluso en tiempo de guerra. Pero ahora, en España, se está lejos de poder observar los cánones militares. El nombre del Quinto Regimiento da cohesión a las unidades, confiere autoridad a los mandos, dignidad y valentía a los combatientes de la milicia popular. Este nombre obliga. Es necesario leer periódicos y limpiar el fusil. Es necesario cumplir las órdenes y abrir trincheras. Es necesario explicar con claridad y, sobre todo, honradamente, lo que se ha visto en descubierta. Esto constituye un arte muy poco común: los exploradores y demás testigos oculares, por ahora, raras veces ven al enemigo en cantidades inferiores a tres mil soldados acompañados de diez mil jinetes de la caballería mora, montados sobre briosos corceles.
El Quinto Regimiento ha surgido de las primeras y pequeñas unidades de choque creadas por los comunistas para el frente de Guadarrama. Eran los mejores proletarios madrileños, los más arrojados, aunque sin experiencia militar. Aprendieron sobre la marcha, combatiendo. Por su valentía, su conciencia y su lealtad, se han convertido en los primeros soldados y los más firmes del ejército antifascista. Han establecido entre sí una ley sencilla y no escrita: si uno huye ante el enemigo, otro tiene el derecho a matarle de un tiro.
Ahora, las primeras «compañías de acero» obreras han quedado muy diluidas con gente nueva —campesinos, intelectuales, anarquistas—. En ello está su debilidad, en ello está su fuerza. Su debilidad, porque en cierto grado han perdido su carácter monolítico, la densidad combativa de los primeros golpes de la compañía. Su fuerza, porque los combatientes de choque comunican sus cualidades a un gran número de hombres, en la instrucción y en el combate crean numerosos cuadros nuevos de soldados valientes y disciplinados, luchan contra el individualismo y la indisciplina.
El voluntario que se inscribe en el Quinto Regimiento ha de responder, ante todo, a tres exigencias. En primer lugar, ha de poseer unos conocimientos políticos por lo menos elementales o, en último caso, ha de tener un mínimo de conciencia política. En segundo lugar, ha de gozar de buena salud. En tercer lugar, ha de tener cierta habilidad deportiva, por pequeña que sea. Partiendo de ahí, el Regimiento empieza la ulterior instrucción del combatiente. La instrucción dura, como máximo, diecisiete días. Pero pocas veces logra darse esa instrucción máxima. Por término medio, la preparación del combatiente dura de ocho a diez días. A principios de la guerra, los combatientes salían hasta después de dos días de instrucción. Lo demás tenían que acabar de aprenderlo en el combate.
El Estado Mayor mantiene enlace con todos los batallones formados por él y, a través de los batallones, con todos los frentes. Gracias a ello, la Sección de información del Estado Mayor y la Sección política redactan partes de guerra mucho más detallados y precisos que el Estado Mayor Central del Ministerio de la Guerra.
Ahora el Regimiento ha organizado escuelas de infantería y de caballería y cursos para suboficiales. Una vez por semana, el mando reúne a los comandantes de los batallones y analiza con ellos los combates y las operaciones.
El Comité Central del Partido Comunista se ocupa mucho del Quinto Regimiento, procura mostrar, con el ejemplo de esta organización, el modo bolchevique de organizar las fuerzas armadas del pueblo; a través del Quinto Regimiento quiere ofrecer el principio del ejército regular del pueblo. Todos los miembros del Comité Central, directa o indirectamente están ligados al Regimiento y le ayudan. El trabajo de todos los días lo lleva Carlos o, como le llaman aquí, el comandante Carlos, comisario, el hombre más popular del Quinto Regimiento.
Carlos es italiano; habla en español como si fuera su lengua materna; habla también a la perfección inglés, francés y alemán, y hasta habla algo en ruso. Es un combatiente revolucionario infatigable. Se las arregla para estar en todas partes, y en todas partes se alegran cuando ven su figura maciza, pero al mismo tiempo ágil y vivaracha, cuando resuena su habla, con voz de bajo, entreverada de bromas y palabras gruesas, Carlos es infatigable, funciona las veinticuatro horas del día, posee un talento innato para organizar y animar a la gente sobre la marcha. Las cosas van bien en torno de él, y así el Quinto Regimiento se ha encontrado con talleres de armas y cartuchos, panaderías, talleres de uniformes militares, estudios para cartelistas, secciones de cartografía, imprentas y destacamentos de zapadores. Carlos muestra como un guía, toda esta obra, con extraordinario entusiasmo, con la alegría del hombre animoso y consciente. Cada día crea algo nuevo. El Quinto Regimiento ha organizado un servicio de intendencia y manda a los intendentes en ayuda de sus unidades. Aquí se preocupan no sólo de las vituallas, sino, además, de la reparación de calzado, de los servicios de peluquería, del lavado de ropa y de muchas otras cosas sobre las que tienen pereza de pensar comandantes muy revolucionarios y muy frivolos. En el depósito de armas, Carlos muestra el fichero establecido para los fusiles. En la situación actual de España, puede parecer cómico establecer un fichero para los fusiles, cuando el enemigo presiona sobre Madrid. Mas, por ahora, el orden, el orden más prosaico, es lo que más falta hace a las tropas republicanas. Fusiles hay muy pocos, y el Regimiento enseña a sentir responsabilidad por el fusil y su estado.
Está bien iniciado el trabajo de la sección política. Aquí se ocupan del combatiente y de su familia: una comisión especial da noticias de aquél a los parientes, los visita en sus casas, reenvía las cartas. La Sección política edita en cuarenta mil ejemplares el diario Milicias Populares,proporciona materiales a los «delegados políticos» o, con otras palabras, comisarios, destinados a las unidades. Éste es un trabajo muy delicado. La sección política, lo mismo que todo el Quinto Regimiento, está dirigida por el Partido Comunista; los comisarios son los representantes del Frente Popular en su conjunto, y no es raro que algunos pertenezcan a otros partidos.
El Quinto Regimiento forja, de los jóvenes comunistas, los nuevos mandos. Tales son el andaluz Juan Modesto, los gallegos Enrique Líster y Santiago Álvarez, el toledano Bartolomé Cordón. Al lado de ellos y junto con ellos, mandan las columnas del Quinto Regimiento antiguos oficiales de carrera del ejército monárquico, como Burillo, Márquez y otros. Todo ello se ha fundido dando origen a una buena camaradería de armas que ha de constituir el prototipo del Ejército popular español que está naciendo.
17 de septiembre
Aún hay muchos extranjeros en Madrid. Los hay de tres colores: negros, amarillos y rojos. Los colores, sin embargo, a menudo engañan.
Los reaccionarios declarados y partidarios de Franco se pegan a las embajadas y a menudo viven en ellas. Todas las misiones diplomáticas han establecido ahora pensiones y residencias. La embajada alemana intriga constantemente en el cuerpo diplomático, propone a todos los representantes abandonar Madrid, motivando la salida por el peligro que representa continuar en la capital y por la imposibilidad del gobierno para mantener el orden. Fue por indicación de los alemanes que el 22 de agosto se levantó el motín con quema de colchonetas en la cárcel Modelo.