El Mensaje En La Botella
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…QUE CLASE DE HOMBRE ESCRIBIRA CARTAS DE AMOR A LA MUJER QUE EXTRA?A Y LAS ARROJARIA DENTRO DE UNA BOTELLA AL MAR?
… LA CLASE DE HOMBRE QUE TE GUSTARIA CONOCER…
El libro cuenta la historia de Theresa, una mujer reci?n divorciada, que un d?a paseando por la playa encuentra una botella con un mensaje dentro. El mensaje es una carta de amor de un hombre en la que cuenta c?mo extra?a a una mujer.
Theresa la leer? cientos de veces y siempre acabar? llorando.
Se la ense?a a su jefa, quien la animar? a publicarla en el peri?dico donde trabaja, con el fin de descubrir el autor y la historia detr?s de ese mensaje en una botella.
Es entonces cuando llegar?n a sus manos otras dos cartas similares, por lo que Theresa siente una enorme curiosidad por conocer al hombre que escribi? las misivas. Lo que nunca imaginar? es que gracias a esas cartas volver? a encontrar el amor, que ya hab?a cre?do perdido.
Escrito con una fineza absoluta, escrito sin las notas empalagosas de algunas novelas rom?nticas, Nicholas Sparks te meter? de lleno en esta maravillosa historia de amor, de encuentros y desencuentros y te har? reflexionar sobre el destino de las personas.
Este libro me quit? el aliento desde el principio.Me llev? muy poco tiempo leerlo, pagina tras pagina mi amor por la historia fue creciendo.Por supuesto que termin? llorando pero en el medio me sonre?, se me apret? el coraz?n y pase revista a mi vida, Nicholas Sparks lo ha logrado, ha escrito una estupenda historia sobre la vida. Debe ser le?da para entender lo que quiero decir. Querido lector definitivamente te pierdes algo muy bueno si no has le?do este fant?stico libro todav?a…
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– Lo siento, creo que tiene el número equivocado -contestó la voz con rapidez.
Deanna pidió una disculpa y colgó el auricular. Con decisión, tomó la lista, vio el siguiente nombre y marcó el número. Esperaba una respuesta igual, pero se sorprendió mucho al notar que la persona en la línea titubeaba.
– ¿Se refiere usted a Garrett Blake?
Theresa casi se cayó de la silla al escuchar el nombre. Deanna respondió que sí y el hombre que tomó la llamada continuó.
– Él trabaja en Island Diving. ¿Está usted segura de que nosotros no podemos ayudarla? Tenemos preparado un curso de buceo que iniciará pronto.
Deanna se excusó a toda prisa.
– No, lo siento. Necesito que sea Garrett. Se lo prometí -colgó el teléfono con una gran sonrisa-. Nos estamos acercando.
– No puedo creer que haya sido tan fácil. ¿De veras crees que sea el mismo Garrett?
Deanna inclinó la cabeza y enarcó una ceja.
– Bueno, lo sabremos muy pronto.
Volvió a llamar a información y obtuvo el número del registro de botes de Wilmington. Marcó, y cuando le respondieron pidió que la comunicaran con alguien que pudiera verificar una información.
– Mi esposo y yo estábamos allá de vacaciones -explicó-, cuando nuestro bote se descompuso. Este agradable caballero nos encontró y nos ayudó a regresar a la orilla. Se llamaba Garrett Blake y creo que el nombre de su bote era Happenstance .
La persona que respondió estaba más que dispuesta a ayudar. Deanna oyó el ruido de un teclado y luego un extraño bip. Después de un momento la mujer confirmó lo que Deanna y Theresa esperaban oír.
– Sí, aquí está. Garrett Blake. Ajá. El nombre está correcto, por lo menos de acuerdo con la información que tenemos. Aquí dice que tiene un velero que se llama Happenstance .
Deanna le dio las gracias con efusividad y colgó el teléfono, radiante.
– Garrett Blake -dijo con una sonrisa victoriosa-. Nuestro escritor misterioso se llama Garrett Blake.
Deanna le entregó una hoja de papel con el nombre. Theresa titubeó. Deanna la miró por un momento; luego tomó el teléfono una vez más.
– ¿A quién llamas ahora?
– A mi agencia de viajes. Vas a necesitar un boleto de avión y un sitio dónde quedarte.
– Oye, todavía no decido si voy a ir.
– ¡Ay! Claro que vas a ir.
– Pero…
– Pero nada -se detuvo un momento y el tono de su voz se suavizó-. Theresa, recuerda que no tienes nada que perder. Lo peor que podría pasar sería que regresaras en un par de días. Es todo.
Se miraron en silencio. Deanna tenía una sonrisita afectada en el rostro y Theresa sintió que el pulso se le aceleraba cuando se dio cuenta de lo definitivo de la decisión. “En realidad quiero hacerlo. No puedo creer que de verdad vaya a hacerlo”.
Su mente era un torbellino. Garrett Blake. Wilmington. Island Diving. Happenstance . Las palabras se repetían en su cabeza como si estuviera ensayando para un papel en una obra de teatro.
Deanna le dijo que se tomara el resto del día y el siguiente. Cuando se marchaba de la oficina Theresa sintió como si la hubieran obligado a hacer todo aquello, de la misma manera en la que ella presionó al doctor Shendakin. Sin embargo, en su interior estaba contenta, y cuando el avión aterrizó en Wilmington al día siguiente, Theresa Osborne todavía se preguntaba a dónde la llevaría todo aquello.