El Baile
El Baile читать книгу онлайн
A partir de la vida de los Kamp, una familia de origen jud?o en el Par?s de los a?os 20 la autora hace una cr?tica mordaz y demoledora sobre las falsas apariencias en las que goza instalarse ese sector de la sociedad hoy conocido como ‘nuevos ricos’. La protagonista es una adolescente de 14 a?os que sin apenas darse cuenta pas? de vivir m?seramente a instalarse en la m?s opulenta riqueza. Su padre, un antiguo botones del banco de Par?s, consigui? un genial golpe de suerte en la Bolsa y de repente se encontr? con una inmensa fortuna.
Rosine, madre de Antoinette, es el personaje m?s burdo de esta peque?a historia. Para dar el salto definitivo a la alta sociedad organiza un baile con doscientas invitados a los que s?lo conoce de referencias. A pesar de la insistencia de Antoinette, su madre no le permite asistir a la fiesta y ?sta gesta una venganza que arruinar? las pretensiones de su despreciable progenitora, una madre que nunca le mostr? el m?s m?nimo gesto de cari?o.
Внимание! Книга может содержать контент только для совершеннолетних. Для несовершеннолетних чтение данного контента СТРОГО ЗАПРЕЩЕНО! Если в книге присутствует наличие пропаганды ЛГБТ и другого, запрещенного контента - просьба написать на почту [email protected] для удаления материала
– Déjame, vete… déjame, te digo. -Entonces una expresión débil, vencida, lastimosa, se apoderó de sus facciones-. ¡Ah!, pobre hija mía, mi pobre Antoinette; tú sí que eres feliz; no sabes aún lo injusto que es el mundo, malvado, hipócrita… Toda esa gente que me sonreía, que me invitaba, se reía de mi a mis espaldas, me despreciaba, porque no pertenecía a su mundo, pandilla de pajarracos, de… ¡pero tú no puedes entenderlo, pobre hija mía! ¡Y tu padre!… ¡Ah! ¡Mira, sólo te tengo a ti!… -terminó diciendo de pronto-. Sólo te tengo a ti, mi pobre niña…
Estrechó a Antoinette entre sus brazos. Como la niña pegó el rostro mudo contra las perlas, su madre no la vio sonreír. Dijo:
– Eres una buena hija, Antoinette…
Fue un segundo, un destello inaprensible mientras se cruzaban «en el camino de la vida»; una iba a llegar, y la otra a hundirse en la sombra. Pero ellas no lo sabían. Sin embargo, Antoinette repitió bajito:
– Pobre mamá…
París, 1928

