El Lago Sin Nombre
El Lago Sin Nombre читать книгу онлайн
Cuando los tanques entran en la plaza de Tiananmen, la vida de Diane Wei Liang cambia para siempre. Estudiante de la Universidad de Pek?n, ella y su amigo Dong Yi participan en una demostraci?n pac?fica que provoca la respuesta sangrienta y dura del gobierno chino. La condena pol?tica en todo el mundo no cambia el hecho de que esta terrible masacre ocurri? ante los ojos de millones de personas.
Los dram?ticos acontecimientos del 4 de junio de 1989 pusieron fin a los sue?os de una vida mejor, de democracia, libertad… y de amor de muchos j?venes, chinos. Entre ellos, Diane y Dong Yi, que deben huir de Pekin y no vuelven a verse.
Siete a?os m?s tarde, Diane regresa a su pa?s natal para tratar de encontrarlo. Entonces recuerda su infancia y juventud, sus a?os universitarios y aquellos tr?gicos sucesos.
El lago sin nombre es el relato de Diane que fue testigo de aquel traum?tico periodo. Nos presenta un viaje personal a su propio pasado, una historia de amor, as? como un testimonio pol?tico que nos lleva desde la Revoluci?n Cultural hasta un momento determinante en la historia reciente de China.
Внимание! Книга может содержать контент только для совершеннолетних. Для несовершеннолетних чтение данного контента СТРОГО ЗАПРЕЩЕНО! Если в книге присутствует наличие пропаганды ЛГБТ и другого, запрещенного контента - просьба написать на почту [email protected] для удаления материала
Epílogo
Cuál fue el número de muertos y heridos que hubo en la masacre de Tiananmen es un tema sobre el que se ha discutido durante mucho tiempo. El recuento oficial por parte del gobierno chino cifró el número de muertos entre los días 3 y 4 de junio de 1989 en doscientas cuarenta y una personas, entre las que se contaban treinta y seis estudiantes, de los cuales tan sólo tres, afirmaba el documento, pertenecían a la Universidad de Pekín. El cómputo oficial también indicaba que los heridos fueron más de siete mil. En 1999, Associated Press comunicó que los periodistas extranjeros que entonces visitaron los hospitales y a los residentes de Pekín calcularon que habían perecido al menos unas mil personas. La misma noticia añadía que los grupos de estudiantes chinos en Alemania mencionaron que los funcionarios de la Cruz Roja china calculaban las muertes en tres mil seiscientas. La agencia Agence France Presse presentó un reportaje desde Taiwan en el aniversario de la masacre en el que se exponía que una información procedente de Estados Unidos, que hasta hacía poco había estado bajo secreto oficial, estimaba que murieron unas dos mil seiscientas personas. Lo más triste es que probablemente nunca sepamos la verdad, no sólo porque es difícil verificar los cálculos oficiales en China, sino también porque a muchos periodistas y organizaciones independientes extranjeras se les ha impedido investigar lo que ocurrió realmente. Con el paso de los años se ha ido haciendo más difícil, porque tanto las personas involucradas como sus familias son reacias a identificarse.
No he vuelto a ver a Dong Yi desde el día que nos encontramos en Nueva York en 1997, pero hemos permanecido en contacto y nos escribimos con frecuencia. Me alegra volver a tenerle en mi vida y espero que sea por mucho tiempo. En la actualidad es un físico de éxito y vive con su familia en Nueva Jersey.
Eimin se volvió a casar y vive con su familia en Virginia.
Ning es ingeniero y vive con su familia en Nueva Jersey.
Mi amiga Li es ahora la directora de la Unidad Psiquiátrica y de Ayuda del Hospital de la Universidad de Pekín y vive feliz allí con su familia. Todavía está esperando la vivienda mejor que le prometieron. El gobierno sigue considerando la Universidad de Pekín como un lugar peligroso, un semillero del pensamiento independiente y democrático.
A Chen Li no le dieron trabajo cuando se licenció de la Universidad de Pekín debido a su participación en el Movimiento Democrático Estudiantil. Lo último que supe de él fue que se había ido a vivir con sus padres a Dong Bei, China. En un país con millones de desempleados y donde los inválidos están mal vistos, lo único que puedo suponer es que tiene una vida difícil.
Chai Ling se ha convertido en una empresaria de éxito vía Internet. Vive en Boston.
Liu Gang es ingeniero de telecomunicaciones y vive con su familia en Denver.
El profesor Fang Lizhi ejerció como tal en la Universidad de Arizona después de huir de China en 1991. Hoy sigue allí.
Hanna y Jerry se divorciaron en 1992 y ahora Hanna vive en San Francisco.
Cao Gu Ran es becario en la Academia de Ciencias China y vive con su familia en Pekín.
Yang Tao está casado, es padre y un diplomático de éxito. Actualmente está en Pekín, pero se lleva a su familia con él cuando lo destinan al extranjero. No me devolvió los diarios hasta 1999.
Mis padres están jubilados. Siguen viviendo en el mismo apartamento en Pekín.
Mi hermana Xiao Jie y su marido son ejecutivos de empresa y viven en Asia.