Me Llamo Rojo

На нашем литературном портале можно бесплатно читать книгу Me Llamo Rojo, Pamuk Orhan-- . Жанр: Современная проза. Онлайн библиотека дает возможность прочитать весь текст и даже без регистрации и СМС подтверждения на нашем литературном портале bazaknig.info.
Me Llamo Rojo
Название: Me Llamo Rojo
Автор: Pamuk Orhan
Дата добавления: 16 январь 2020
Количество просмотров: 349
Читать онлайн

Me Llamo Rojo читать книгу онлайн

Me Llamo Rojo - читать бесплатно онлайн , автор Pamuk Orhan

Me llamo Rojo nos introduce en el esplendor y la decadencia del Imperio Turco, una potencia que lleg? hasta las puertas de Viena. Viajamos hasta el siglo XVI, el sult?n desea inmortalizar su figura en un lienzo, pero la ley isl?mica lo proh?be. La tentaci?n vence y cuatro artistas trabajar?n en secreto, elaborando un libro lleno de im?genes nunca antes pintadas. Hasta que uno de ellos desaparece.

Внимание! Книга может содержать контент только для совершеннолетних. Для несовершеннолетних чтение данного контента СТРОГО ЗАПРЕЩЕНО! Если в книге присутствует наличие пропаганды ЛГБТ и другого, запрещенного контента - просьба написать на почту [email protected] для удаления материала

1 ... 46 47 48 49 50 51 52 53 54 ... 129 ВПЕРЕД
Перейти на страницу:

Gracias a Dios, tengo la suficiente experiencia en la vida como para ser consciente de que dicha sensación nunca dura demasiado. Primero Negro cogió dulcemente mis enormes pechos en sus manos. Aquello me gustó tanto que, olvidada de todo, quise que se llevara los pezones a la boca. No pudo hacerlo del todo porque ni él mismo estaba seguro de lo que estaba haciendo. Era como si no supiera lo que hacía pero que quisiera aún más. Y así, según nos íbamos abrazando con más fuerza, comenzaron a interponerse entre nosotros el miedo y la vergüenza. En un primer momento me gustó que tirara hacia sí de mis nalgas y que su miembro endurecido se apoyara en mi vientre; sentí curiosidad y no vergüenza; me dije a mí misma orgullosa que eso era lo que pasaba si nos abrazábamos de aquella manera. Luego, cuando se lo sacó, aparté la cabeza pero no pude apartar la mirada del tamaño de su creciente aparato.

Mucho después, cuando iba a forzarme a inmoralidades que no harían ni las mujeres kipchaks ni las desvergonzadas que cuentan historias en los baños, me detuve por un instante, sorprendida e indecisa.

– No frunzas el ceño, querida -me suplicó.

Me puse en pie, lo empujé y empecé a gritarle sin que me importara lo más mínimo lo decepcionado que pudiera sentirse.

1 ... 46 47 48 49 50 51 52 53 54 ... 129 ВПЕРЕД
Перейти на страницу:
Комментариев (0)
название