-->

Silencio De Blanca

На нашем литературном портале можно бесплатно читать книгу Silencio De Blanca, Somoza Jos? Carlos-- . Жанр: Современная проза. Онлайн библиотека дает возможность прочитать весь текст и даже без регистрации и СМС подтверждения на нашем литературном портале bazaknig.info.
Silencio De Blanca
Название: Silencio De Blanca
Автор: Somoza Jos? Carlos
Дата добавления: 16 январь 2020
Количество просмотров: 221
Читать онлайн

Silencio De Blanca читать книгу онлайн

Silencio De Blanca - читать бесплатно онлайн , автор Somoza Jos? Carlos

Ganadora del XVIII Premio La Sonrisa Vertical, en 1996. Hector es un maduro y solitario profesor de piano, es, ademas, un maestro de la transfiguracion erotica que le lleva a recrear criaturas que, en ocasiones, forman parte de la realidad, como su aplicada alumna Elisa quien va cediendo a sus perversas insinuaciones. Sin embargo, es una misteriosa joven, Blanca, con la que ira inventando y poniendo en escena todas las ceremonias que el deseo les ordena celebrar. Precisa y turbadora. Una gran novela que confirma a un autor en estado de gracia.

Внимание! Книга может содержать контент только для совершеннолетних. Для несовершеннолетних чтение данного контента СТРОГО ЗАПРЕЩЕНО! Если в книге присутствует наличие пропаганды ЛГБТ и другого, запрещенного контента - просьба написать на почту [email protected] для удаления материала

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 ... 26 ВПЕРЕД
Перейти на страницу:

Reconozco que ya he desarrollado una especie de sexto sentido para su pequeña traición, y en aquel momento me avisó aun antes de entrar en su cuarto de baño y rebuscar en el botiquín.

Me pregunto por qué juega al doble juego de ocultar y desvelar lo que hace: por qué deja pruebas de aquello que después pretende negarme, con esa interminable afición tan suya a la mentira pueril. Allí estaban, envueltos en papel de plata pero tan visibles que parecían casi colocados adrede para destacar: cinco o seis cigarrillos fabricados con torpeza, irregulares, malolientes. Algunos habían sido encendidos y vueltos a apagar antes de consumirse, en espera de mejores ocasiones.

Aguardé hasta un poco después de la madrugada y le oí regresar por fin. Su pelo rubio estaba revuelto y los ojos se hallaban enrojecidos, pero nada más: al verme de pie en el vestíbulo con talante de cancerbero, se quedó plantado junto a la puerta, llave en mano, y aguardó mis palabras.

– Lázaro, tenemos que hablar -le dije.

– ¿Por qué? -replicó.

Sin embargo, me acompañó dócilmente al salón: yo me senté junto al piano y él permaneció de pie. Le invité a sentarse pero lo rechazó con un gesto.

Ahora me percataba de su rostro enrojecido y su voz nasal, como si se hubiera hartado de llorar. Le expliqué lo que había encontrado en su baño y me escuchó en silencio, sin demostrar sorpresa ni impaciencia sino cierta tranquilidad que logró inquietarme.

– Tengo mi propia vida -se encogió de hombros cuando acabé.

– y quiero que la sigas teniendo -repliqué.

Me dijo entonces que sólo eran canutos, marihuana, pero yo le dije que me daba igual: era droga, y la droga mata. En realidad no fue una discusión: Lázaro y yo jamás discutimos, tan sólo intercambiamos opiniones. Yo le expliqué lo que iba a hacer, también con suprema tranquilidad: pediría hora para él con un psicólogo o un médico, un profesional que le ayudara a sobrevivir sin muletas de ese tipo. Le dije igualmente que había tirado a basura todos los canutos, o lo que fueran. Él no me miró al preguntarme, por fin:

– ¿Puedo irme ya?

– ¿Adónde?

– A mi habitación.

Respiré hondo y le dije que sí. Entonces se alejó por el pasillo. Le llamé:

– Sólo intento ayudarte.

Ni siquiera se detuvo. No hemos vuelto a hablar del tema.

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 ... 26 ВПЕРЕД
Перейти на страницу:
Комментариев (0)
название