La Reina Oculta

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La Reina Oculta
Название: La Reina Oculta
Автор: Molist Jorge
Дата добавления: 16 январь 2020
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La Reina Oculta - читать бесплатно онлайн , автор Molist Jorge

La edad media: ?poca de pasiones, traiciones, amenazas, amores y grandes odios. Ese es el marco en el que se desarrolla la nueva novela de Jorge Molist. La novela empieza cuando un ladr?n an?nimo roba la carga de la s?ptima mula, un documento que seg?n se comenta podr?a acabar hundiendo a la propia Iglesia. A tenor del robo el abad Arnaldo y el propio Papa deciden iniciar una cruzada por el sur de Francia -la ciudad medieval de Carcassone ser? una de las ciudades asediadas-. por otra parte, el abad Arnaldo encargar? a un joven vividor parisino que recupere la carga de la s?ptima mula y la devuelva a manos de la Iglesia.

Mientras la cruzada se cuece en Roma y Par?s, en el sur de Francia una joven dama se enamora de un caballero espa?ol. No sabe que en pocos d?as su ciudad ser? asediada, ni que la Iglesia ha puesto precio a su cabeza. Los caminos de esta pareja y del joven parisino se cruzar?n en una historia llena de aventuras, amores y muertes.

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– ¡Deteneos, estúpidos!

Era un hombre grande, de mediana edad y que parecía muy fuerte. Vestía telas caras, aunque desaliñadas y pensé que procedían de Béziers. Ceñía su pelo largo con una especie de aro de cobre que se asemejaba a una corona, llevaba espada y detrás de él aparecieron otros que parecían secundarle. Me soltaron y caí pesadamente al suelo. Sudaba y mi corazón latía desaforado.

– ¡Estáis locos! -volvió a increpar el hombre con su vozarrón-. ¿Queréis que los nobles nos ataquen esta noche y maten a mil de los nuestros por culpa de ese miserable pajecillo?

– Nadie tiene por qué saberlo -dijo el que lideraba a los agresores.

– ¡Desgraciado! -repuso el jefe-. Antes de que se ponga el sol, diez de los que están aquí ya habrán corrido a contárselo a los curas, y éstos a Simón de Montfort.

Medio incorporada en el suelo, pude ver la impresión que tal nombre causaba en aquellas gentes.

– Es el más duro y valiente de los cruzados -continuó el hombre- ¿No veis su león rampante en la túnica de este muchachito? Vendrá más por su honor que por vengar a este infeliz y hará una matanza. ¡Devolvedle todo al chico!

Se hizo un gran silencio mientras unos miraban a los otros y, poco a poco, obedientes, fueron depositando a mis pies todo lo robado. El hombre actuaba como rey y sin duda tenía poder de vida o muerte entre aquellas gentes.

– Vestios, señor -me dijo con ojos entornados de mirada astuta y un deje irónico.

Yo lo hice mientras unos y otros le cuchicheaban al oído. Cuando terminé, me cogió del brazo, me condujo entre aquellas gentes y empezó a hablarme.

– Yo os devolveré sano y salvo al lugar de los nobles.

Emprendimos la marcha escoltados por los que parecían su guardia y al rato me dijo:

– Dad gracias a Renard, el Rey Ribaldo, de vuestra fortuna. Y hacédselo saber a vuestro señor, Simón de Montfort.

– Gracias -musité.

– Pero sabed que me debéis la vida -dijo en voz más baja- y todo el mundo tiene que pagar sus deudas con el Rey Ribaldo.

Yo no discutí, sólo deseaba encontrarme dentro de la tienda de Guillermo.

– Me han dicho dos cosas muy interesantes -bajó más la voz y se detuvo susurrándome al oído-, la primera es que vos sois de Béziers, quizá el único de sus habitantes que salvó la vida.

Le miré sorprendida. Me habían reconocido y sin duda sabría ya la historia de Guillermo rescatándome a costa de la vida de dos de los suyos.

– Así que fue uno de los Montfort el que desobedeció al abad del Císter… Vaya, vaya. Y además, hay otra cosa…

Callé de nuevo y miré los ojos azul desvaído, fríos, del hombre.

– Uno quiso retorceros las partes hace un momento, durante el tumulto. Y no las encontró.

Soltó una carcajada y sus labios susurraron entre los cabellos que cubrían mi oreja:

– Renard sabe ya tres secretos: sois mujer, escapasteis con vida de Béziers y fue gracias a un Montfort.

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