Poder Absoluto

На нашем литературном портале можно бесплатно читать книгу Poder Absoluto, Baldacci David-- . Жанр: Триллеры. Онлайн библиотека дает возможность прочитать весь текст и даже без регистрации и СМС подтверждения на нашем литературном портале bazaknig.info.
Poder Absoluto
Название: Poder Absoluto
Автор: Baldacci David
Дата добавления: 16 январь 2020
Количество просмотров: 447
Читать онлайн

Poder Absoluto читать книгу онлайн

Poder Absoluto - читать бесплатно онлайн , автор Baldacci David

Luther es un especialista, un maestro en robo. Cerca ya de retirarse, planea su ultimo golpe: limpiar la fabulosa mansion de Walter Sullivan, uno de los hombres mas ricos del pais, de vacaciones en el caribe.

La inesperada vuelta de la mujer complica el golpe y hace que Luther presencie un asesinato que apunta de lleno al presidente de los Estados Unidos.

Acosado por los hombres del servicio de seguridad del presidente y por el sargento de policia, Luther debera salvar su pellejo y el de su hija.

Baldacci ha sido el guinista de la pel?cula basada en su libro, dirigida y protagonizada por Clint Eastwood en el papel de Luther.

Внимание! Книга может содержать контент только для совершеннолетних. Для несовершеннолетних чтение данного контента СТРОГО ЗАПРЕЩЕНО! Если в книге присутствует наличие пропаганды ЛГБТ и другого, запрещенного контента - просьба написать на почту [email protected] для удаления материала

1 ... 18 19 20 21 22 23 24 25 26 ... 102 ВПЕРЕД
Перейти на страницу:

Miró el edificio. Era impresionante, valdría unos cuatro o cinco millones de dólares. Ni trabajando quinientos años ganaría tanto dinero. Algunas veces no parecía justo.

Se puso en comunicación por radio. Echaría una ojeada al lugar. No sabía muy bien qué pasaba. Sólo que el propietario había llamado para pedir que enviaran un coche a inspeccionar el lugar.

El aire frío en la cara le hizo soñar con una taza de café caliente y un suizo, y con poder dormir ocho horas antes de tener que volver a subirse al coche y pasar otra noche protegiendo las propiedades de los ricos. La paga no estaba mal, pero las prestaciones eran un asco. Su esposa también trabajaba, pero con tres hijos, los sueldos de los dos apenas alcanzaban. Claro que todos estaban con el mismo problema. Miró la piscina, la pista de tenis, el garaje para cinco coches. Bueno, quizá no todos.

Recorrió todo el frente de la casa y al dar la vuelta vio la soga colgando, y se olvidó en el acto del café y el suizo. Se agachó al tiempo que empuñaba la pistola. Apretó el botón del radiotransmisor y transmitió el informe con voz quebrada. Los polis de verdad llegarían en cuestión de minutos. Podía esperarlos o investigar por su cuenta. Por lo que le pagaban decidió quedarse donde estaba.

El supervisor de Barnes llegó primero en un todoterreno blanco con el escudo de la compañía en las puertas. Treinta segundos más tarde el primero de los cinco coches patrulla aparcó en el camino particular y los demás se colocaron detrás. Parecían un tren estacionado delante de la casa.

Dos agentes cubrieron la ventana. Era probable que los delincuentes se hubieran marchado hacía tiempo, pero las suposiciones siempre eran peligrosas en el trabajo de la policía.

Cuatro agentes se ocuparon del frente, y otros dos de la parte trasera. Divididos en parejas, los cuatro agentes entraron en la casa. Comprobaron que la puerta estaba sin llave y la alarma desconectada. Revisaron toda la planta baja y con mucha cautela comenzaron a subir por las escaleras, los ojos y oídos atentos a cualquier movimiento o sonido.

Cuando llegaron al rellano del segundo piso, el olfato del sargento al mando le avisó de que este no era un robo vulgar.

Cuatro minutos más tarde estaban en círculo alrededor de una mujer que hasta hacía poco había sido joven y hermosa. El color saludable de cada uno de los hombres se había cambiado por otro blanco verdoso.

El sargento, cincuentón y padre de tres hijos, miró la ventana abierta. Incluso con el aire exterior la atmósfera en el interior de la habitación era irrespirable. Miró una vez más al cadáver y después corrió hasta la ventana para respirar un poco de aire fresco.

Tenía una hija de esa edad. Por un momento, la vio tendida en el suelo, el rostro convertido en un recuerdo, su vida cortada de cuajo. El caso estaba ahora fuera de su jurisdicción, pero deseó una cosa: estar presente cuando atraparan al tipo que había hecho algo tan atroz.

1 ... 18 19 20 21 22 23 24 25 26 ... 102 ВПЕРЕД
Перейти на страницу:
Комментариев (0)
название